Cariño y amor yo te he brindado, y ahora no hay nada de nada, solo me quedan recuerdos de esa experiencia, viví para ese amor y hoy los pétalos en mi corazón se marchitan al verte ir. El calor que tus ojos resplandecían para mi corazón se fue ahogando en el tiempo y el amor se fue sucumbiendo. Pero hoy alcanzo a percibir una cálida luz, una luz intensa, suave y resplandeciente como los rayos del sol acarician los decaídos pétalos de rosas.
Agobiado por el cansancio, no pierdo las esperanzas de vivir, vivir para compartir sueños, sueños con el cual poder seguir buscando aquel corazón que me cuide, me acompañe y me arrope en su cálido palpitar.
Como un ángel que baja de la sublime gloria y me extiende su mano para arroparme en sus brazos, ahí veo que estas Tú, belleza de mujer.
Sin saber me fuiste enamorando, las heridas que habían dejados las espinas de rosas en mi corazón fueron lentamente convaleciendo con la pasión de tú corazón.
Mujer, de una inalcanzable belleza interior, como quisiera que tus pétalos se abran, como lo hacen las rosas para que las suaves caricias del sol penetren en su interior, para cobijarme en ti.
Como explicar este sentimiento, si en el mundo en que vivimos de tantas hipocresías y mentiras en lo cual no estamos acostumbrados a la verdad, verdad que tal vez se vea como una mentira.
Solo la pasión se funde al sentirte seca, mi alma recorre por tus venas ese ser dotado de tal hermosura que Dios le ha dado, hoy siento que vuelvo a vivir, siento que vuelvo amar, siento que por mis venas fluye nuevamente esa adrenalina, ese cosquilleo en el estomago como si fuera aquel adolescente que experimenta nuevas experiencias, hoy siento que mi alma vuelve a mi y esa tierna luz infinita nace nuevamente para volver a experimentar nuevas sensaciones.
Tú has hecho que yo sea digno de tu amor, si anhelas con desvelo la pureza del amor, te ofrezco algo más noble que este íntimo deseo, deseo puro en su esencia divina, manantial infinito de todos mis sentidos, este intimo deseo de corresponderte toda la vida, este íntimo deseo de compartirla... ¡Solo Contigo!.
Si acaso es un sentimiento sincero, no busques en el eterno edén, arrópate plácidamente en mi interior y hallarás los ecos de cada latido de este incondicional corazón mío.
¡Que hace tiempo solo late por tu amor!
Mauricio Pérez
(¯`•._)($âTâNâ§)(¯`•._)
Agobiado por el cansancio, no pierdo las esperanzas de vivir, vivir para compartir sueños, sueños con el cual poder seguir buscando aquel corazón que me cuide, me acompañe y me arrope en su cálido palpitar.
Como un ángel que baja de la sublime gloria y me extiende su mano para arroparme en sus brazos, ahí veo que estas Tú, belleza de mujer.
Sin saber me fuiste enamorando, las heridas que habían dejados las espinas de rosas en mi corazón fueron lentamente convaleciendo con la pasión de tú corazón.
Mujer, de una inalcanzable belleza interior, como quisiera que tus pétalos se abran, como lo hacen las rosas para que las suaves caricias del sol penetren en su interior, para cobijarme en ti.
Como explicar este sentimiento, si en el mundo en que vivimos de tantas hipocresías y mentiras en lo cual no estamos acostumbrados a la verdad, verdad que tal vez se vea como una mentira.
Solo la pasión se funde al sentirte seca, mi alma recorre por tus venas ese ser dotado de tal hermosura que Dios le ha dado, hoy siento que vuelvo a vivir, siento que vuelvo amar, siento que por mis venas fluye nuevamente esa adrenalina, ese cosquilleo en el estomago como si fuera aquel adolescente que experimenta nuevas experiencias, hoy siento que mi alma vuelve a mi y esa tierna luz infinita nace nuevamente para volver a experimentar nuevas sensaciones.
Tú has hecho que yo sea digno de tu amor, si anhelas con desvelo la pureza del amor, te ofrezco algo más noble que este íntimo deseo, deseo puro en su esencia divina, manantial infinito de todos mis sentidos, este intimo deseo de corresponderte toda la vida, este íntimo deseo de compartirla... ¡Solo Contigo!.
Si acaso es un sentimiento sincero, no busques en el eterno edén, arrópate plácidamente en mi interior y hallarás los ecos de cada latido de este incondicional corazón mío.
¡Que hace tiempo solo late por tu amor!
Mauricio Pérez
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